«Doble Orgullo» publicado en el libro «Relatos para Amanat» sobre libertad sexual

Vaya por delante que este relato no es apto para homófobos, intolerantes y demás gente de esa ralea. Podéis dejarlo aquí, no vais a disfrutar. Aunque ya sería mala suerte (en primer lugar para ellos, pero después para mí) que con lo reducida que es la lista de mis amigos lectores y conociendo al 50% de ellos, se me hubiera venido a colar algún elemento de inteligencia “desviada”. Valga la expresión…images

descargaSe trata de un relato condicionado a tener un máximo de 20 líneas y tratar el tema mujeres y libertad». Está publicado en el libro «Relatos para AMANAT», que contiene los relatos seleccionados del «II Concurso de Relatos Cortos ISONOMIA».

Amanat es el nombre con el que la prensa bautizó a la joven fisioterapeuta india que fue salvajemente torturada y violada en un autobus por seis hombres. Falleció días después víctima de las heridas. Pero este caso marcó un hito al conseguir remover la conciencia social en la India de una población y un sistema judicial bastante permisivos con las constantes agresiones sexuales a mujeres. Tan solo en el veinticinco por ciento de los casos existe una condena para el violador.

Bandera_Gay,_Dia_del_Orgullo_Gay,_Madrid

Coincidiendo con la celebración este fin de semana del Día del Orgullo Gay en Madrid, me apetece publicar esta entrada. Espero que llegue el momento en el que estas fiestas reivindicativas solo sean un simpático recuerdo. Será la señal que anuncie que por fin venció la libertad individual de las personas. Entre todos es posible.

 

Doble orgullo

 

—Un beso, papá. Ya María me dio un toque. Hemos quedado para llegar juntas a la estación y tomar un café antes de montarnos en el autobús.

—Divertiros, cielito. ¿Llevas dinero?— le dije.

—Si, llevo algo suelto en el bolsillo. Y la tarjeta— respondió tocándose una mochila mediana de cuero, que tenía colgada de un solo hombro.

—A ver si este año no te quedas en una pensión tan mala como la del año pasado— le dije riéndome y arrancando la risa de ella y de la madre— De ir en el tren en lugar de pasar esas diez horas de autobús, hablaremos otro año…

—Vale, no te preocupes papá— dijo sonriendo.

Estaba guapísima con su pelo suelto, camiseta, vaqueros y zapatillas de lona. Alta, delgada. Cuidaba su dieta y hacía ejercicio a diario, encontrando el tiempo de donde no lo había. Siempre fue muy inteligente pero lo que la hacía brillante era unir su talento a la capacidad de sacrificio, organización y responsabilidad.

Tras darme un enorme beso, se marchó. Sonriendo me dirigí a cargar dos estilográficas que la madrugada anterior había dejado secas sin ser capaz de escribir sobre la felicidad. Pero en este momento ¡sería capaz de escribir un tratado! Si, soy feliz. Y lo soy porque mi hija lo es. Su felicidad tiene relación con mi respeto a su libertad, el tema sexual es su elección. Tiene diecinueve años y va a Madrid con su amiga, por tercer año, al Día del Orgullo Gay. Pero me preocupa que duerma en una pensión cutre e incomoda. ¡Esta niña…!